domingo, 24 de septiembre de 2017

Lección de Intrahistoria

Pues si en verdad mi historia no es historia
y no es palabra mi murmullo pardo,
será que no es mi voz la voz del bardo:
Que no hablaré de gestas ni de gloria

y no necrófilo de la memoria
he de ser ni de serlo en deseos ardo.
Prefiero el llano canto del goliardo
que canta el canto agreste de esta noria,

que vuelta a vuelta vuelca mil pasiones
de seres asexuados que no tienen
gloriosas gestas, sino dedos yertos.

La historia la escribieron mil millones
de gentes que a la historia no se atienen:
copistas legionarios de los muertos.

Fragmentos en cristales de pronombres

Espejos y cristales y reflejos
de los sueños, etérea servidumbre:
solos, somos rescoldos de una lumbre,
las sombras de intenciones, sueños viejos.

Advierte, niña mía: aunque de lejos
parezco caminar sobre costumbre,
camino en realidad con pesadumbre
sobre pronombres rotos, desparejos.

Vivencias fermentadas pavimentan
el camino de los hijos de los hombres,
los restos, los propósitos que alientan

devienen por detrás de nuestros nombres:
las plantas, nuestros pies, nos sedimentan
fragmentos en cristales de pronombres.